Este post es un resumen autobiográfico con reflexiones personales que me ayuda a poner en orden mis creencias y usarlo como guía hacia mi mejor versión. Me he dado cuenta que la escritura puede estar tan viva como una misma, cambiando al ritmo de los días y las eras.
Tres nombres, metro y medio
Holi :)
Soy Fau, aunque tengo varios nombres.
Fausty es mi nombre en el DNI, pero de nacimiento y bautizada en 1989 por el rito católico soy Faustina. Así solo me llama a día de hoy algún familiar lejano, amigos franceses y el Machuca. Mi abuela, sus hermanas y las amigas de mi madre me llaman Faustinita. Antes de empezar la universidad, modifiqué mi nombre oficialmente: de Faustina a Fausty. Me daba vergüenza empezar la carrera con un nombre que me parecía de la Edad Media (aunque seguro ahora es moderno).
Por economía del lenguaje y de forma más cariñosa me dicen Fau y siento que es tierno. Actualmente, me dejo llamar por cualquiera de mis nombres, es parte de la historia y ya no tengo tantas pamplinas.
Un Matriarcado en el mar
Cerquita del mar nací, al sur más sur de España, en Chiclana de la Frontera. Cuando era pequeña mi madre me señalaba dónde vivíamos sobre el mapa de la península Ibérica que mostraba la sección del tiempo de la tele y me decía: «¿ves el piquito final?», «pues ahí está nuestra casa». Yo me preguntaba: «¿por que justo ahí, al final del todo?». Sentía como cierta humildad por vivir en el piquito final y me surgían muchas cuestiones existenciales y fenomenológicas en mi interior.
Me encanta que nuestra vecina sea África.
Amo mucho a mi familia.
Mi madre es una guerrera guapísima, elegante, llena de vitalidad, diversión y de soluciones a los problemas. Ella también se llama Faustina y la historia de su nombre es similar a la mía. No sólo igual es nuestra historia pero nuestros genes: cuerpo, cara, pelo y hasta uñas. Somos dos gotitas de agua salada.
José Luis, mi padre, fue un señor noble, malhumorado e infinitamente generoso. Gracias a él me convertí en una mujer con firmeza, solidaria y con capacidad para sobresalir en un mundo injusto y patriarcal. Su diplomacia y perseverancia son virtudes que me honran como hija.
Mi hermana Esperanza es un ángel. Su nombre no es en vano por que sólo con mirar esos ojos de cristal azul te dan ganas de vivir y nunca tirar la toalla. Espe es una chica fuerte, sana, preciosa, graciosa, dulce, divertida y alegre, ella es feliz. Si hablara de ella tendría que abrirme otro blog. Cuando estoy con ella me siento mi mejor versión, me ablanda el ego hasta hacerlo esponjita.
Pili es mi tía. Su extrema bondad y eterna juventud me ha enseñado lo que significa el amor incondicional. Llevo su brújula que me orienta hacia una nueva dimensión existencial. Gracias por tanta luz e impulsarme a habitar mi personalidad mágica.
Mi abuela se llama Matilde. Una mujer feminista de 90 años sin saber que es eso. Bregando con tres hijas desde joven como mujer separada y trabajadora, mi abuela es el símbolo de la fortaleza femenina, de la disciplina y del empoderamiento de la generación de los años 30. Corazón de artista y salero por los cuatro costados, escribe poemas desde su juventud, hace encaje de bolillos y adora caminar.
«Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. Sigue aunque todos esperen que abandones, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima te tengan respeto y cuando no puedas caminar, usa bastón, pero nunca te detengas».
Matilde Navarro
Visceral - instinto – vientre
De curiosidad hierve mi vientre. Procuro tener los ojos de par en par y no sólo como decía de pequeña, «verdeh como las yerbitah der campo». Decodificar «mis dolores de barriga» me acerca a mí, a la Verdad, a interiorizar el milagro de estar viva. Cuanto más perspectiva, más luz entra a través de las pupilas de todos nuestros ojos, y más cerquita nos encontraremos de nuestra Leyenda Personal, como expresaba el Alquimista.
El universo está en movimiento y me gusta cambiar de escenarios cuando la zona comienza a ser de confort, lo hago con temor e intuición al mismo tiempo: es el síndrome de la exploradora. Pero el precio emocional por ser romántica nómada es cada vez menos romántico y muy caro. Al mismo tiempo, la incertidumbre y la inestabilidad nos nutre de fe: soltar, confiar y manifestar para lograr ser y estar.
«La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio, hay que seguir moviéndose»
Albert Einstein
Toda la humanidad está de viaje: no hay transformación sin renovación. Gracias doy a las personas que comparten conmigo su sabiduría y me enseñan el valor de la paciencia.
—¿Y para ti, cuál es Antonio Escohotado, la esperanza de la Humanidad? —le pregunta Jesús Quintero al intelectual con los ojos entornados de interés.
—La valentía y la curiosidad —añadió Escohotado con agilidad y con una sonrisa.
Dualidades
Tulpas y pasiones
Buscar mi vocación para brindar servicio con pasión me ha generado estrés y culpa. La apertura de consciencia me impulsa a reinventarme para darle tiempo a lo que me hace vibrar. Yo me pregunto: ¿es posible conocer el propósito cuándo somos chiquitas? Admiro a las personas que lo tuvieron claro, pero también siento que las experiencias a lo largo del camino nos van despejando incógnitas para remodelarnos.
Durante mi adolescencia me costaba proyectar que quería ser de mayor. Me gustaban los idiomas, las artes y la psicología, pero no me atrevía. Mis creencias lo marcaban como un camino de escasez y me proyectaba como una mujer vestida formal con tacones entrando en una oficina en plan Loba.
Todavía hoy, cuando me preguntan «qué soy o a que me dedico», me cuesta resumirlo conceptualmente. Estas preguntas son comunes, pero la mayoría de personas hemos estado secuestradas por el peso de las creencias y a veces duelen.
¿No son un tanto complejas estas cuestiones existenciales?, ¿cuando sabemos «qué» somos?, ¿somos lo que decimos ser?, ¿qué nos define?, ¿según qué o quién nos definimos?, ¿hay que ser algo desde siempre para siempre?
Si lo analizo con detalle, puede resultar bastante limitante e incluso intimidante para seres sensibles. Es un tema profundo y a mi me recuerda a la pregunta de Broncano de «¿cuánto dinero tienes?», pero políticamente correcta.
Reconocer que no estamos cómodas con algo es sólo el primer paso del camino del héroe.
«Yo suelo felicitar a la gente que me dice: ya no se ni quién soy.
¿Quiere decir que es bueno estar confusa?
Confusión es no sé, pero debería saber.
¿Es posible librarse de la creencia de que debes o necesitas saber quién eres?
La identidad se busca en el pensamiento, pero cuando se renuncia a creer que debes o necesitas saber, la confusión desaparece.
Aceptar que no sabes es un estado de paz.
Definirte por el pensamiento, es limitarte»
Eckart Tolle
Sombras y luces
Como todo lo que nos perturba viene del Ego, llegó un momento en que necesitaba entender cómo funcionaba este cabrón. El Eneagrama, el Yoga y libros místicos me ayudan a disociar aspectos del Ego y a minimizar el sufrimiento, enfrentando los miedos con relatividad y discernimiento, siempre que no esté asustada por la agresividad del sistema o de resaca.
Autoexigencia, nerviosismo, algún TOC. A veces procrastinación e indecisión. Declaro ser fiestera, sensible, alegre y llorona. Heredo carácter de denominación de origen, y es virtud, pero también me ha hecho muchas veces perder el filtro. Pido perdón a las personas que vieron mi sombra.
Me gusta ayudar a la gente que lo necesita encontrando fórmulas entusiastas para resolver los problemas ajenos como hace mi madre. Peco por justiciera y reviso mis prejuicios para alcanzar potencialidad.
«Consejo vendo que pa’ mi no tengo»
La Kanija
La velocidad de los años y la lista interminable de cosas por hacer me desconcierta, pero estar alerta me está llevando a observar las emociones de otra forma, buscando ecuanimidad. Me pregunto como me ven las personas y me preocupan las cosas que hago de forma inconsciente. Todo ser humano tiene un área ciega pendiente de averiguar en el tablero de las percepciones, y otras serán siempre un misterio, como el sonido de nuestra voz con el contacto del aire o nuestra cara sin el reflejo de un espejo.
Mi signo solar es Libra, con luna en Leo y ascendente en Tauro: vientre de fuego y mutante como el Levante. Amo hablar, pero estoy aprendiendo a abrazar el silencio y dejar de opinar para ahorrar energía. Las personas que bailan en la esfera del gris me aportan grandes enseñanzas, pues en el balance hallo el sosiego.
· Un defecto: el aburrimiento.
· Una virtud: la comunicación.
· Un deseo: vivir en paz.
Hay cosas que me ponen los vellitos de punta, como cantar canciones sentías (aunque me muero de vergüenza), pinchar música, viajar, hablar idiomas y ser creativa. Construyo collages, reales y figurados. De mi abuela Matilde heredo la adoración por los zarcillos dorados y gigantes. Ella es mi artista favorita.
Números y letras
Buscar raíz me mantiene ocupada. La fórmula hasta hoy ha sido una sinergia dual entre números y letras.
Respecto a los números:
Sin casi darme cuenta en 2007 empecé a estudiar Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Hispalense de la gran ciudad de Sevilla. En la carrera aprendimos a maximizar beneficios, minimizar costes, hacer tablas de amortización, gestionar recursos y representar gráfica y algebraicamente los comportamientos del consumidor y las organizaciones. Descubrimos cómo funcionan la oferta y la demanda, el fisco y la deuda y los distintos sistemas económicos en un aula bastante aburrida, con orientación de derechas y admiradores de la Semana Santa.
En su momento me costó digerir lo que estudié, pero hoy día me alivia (a la vez que me asusta) comprender el panorama internacional en un mundo de puro intercambio. Me ha servido para distribuir el tiempo y mis recursos eficientemente, así como para manejar meticulosamente la burocracia, pero si me preguntas que tal la carrera te diré: «un coñazo».
Respecto a las letras:
De todas las personas con las que hablamos en este mundo se extrae un mensaje, incluso cuando se siente rechazo con alguien, hay un efecto boomerang de información. Si no compartimos el código, una comunicación potencial muere.
Hablar lenguas es para mí una experiencia transformadora porque abre la mente, se activan receptores neuronales con una vibración nueva y un aporte energético colosal. Se crea empatía y cae el juicio.
Mi padre me dijo con quince años: «tienes que saber inglés», el día de mañana me lo agradecerás». Lo que al principio parecía un exceso de horas extraescolares, se ha convertido hoy día en un game changer para mi estilo de vida y de cohesión sociocultural: el multilingüismo te da alas.
Adentro y afuera
La energía yang me lleva a comunicarme con entereza y a ser líder, pero también a darle demasiada importancia a la productividad, a los resultados tangibles y a la moral. La energía yin me regala virtudes como la exploración, la imaginación y el perdón. De acuerdo a la carta astral, Venus está presente en muchos de mis planetas. Será por eso que con frecuencia me comporto como una madre protectora y también me gusta lucir modelitos.
Las mentes complejas y lo raro me atraen, por momentos pienso en los guiones de Almodóvar. La dualidad entre energía femenina y energía masculina no vale simplificarla a «hombre o mujer». La química con las personas me demuestra que el balance entre el yin y el yang es algo más profundo y estrechamente ligado a lo emocional. De igual manera funciona mi orientación sexual, es algo que fluctúa naturalmente y que depende del engranaje de esas moléculas llamadas hormonas.
En las cortas distancias y en la intimidad experimento un poco de lashe. Una de mis grandes capacidades es la de ponerme colorá cuando me miran, aunque ya me va mejor. Un besito para mi amiga Vi, juntas hemos obtenido el Trofeo Amapola de la rojeza facial en tiempos de adolescencia.
Cuerpo migrante
Mis raíces se mojan en las orillas de las costas gaditanas y me apego libremente a mi tierra por temporadas. En la Costa de la Luz nazco, pero también me inspira deambular en la ciudad y el gris del asfalto. Este universo infinito, futurista y raro me impulsa constantemente a mejorar como ser dotado de consciencia y, como en una clásica película intimista francesa, deambulo en mis reflexiones y conozco a increíbles personajes que me hacen ver la vida más bohemia, de colores y a full HD.
París
Como la carrera me aburría enormemente, en los años 2010 postulé a la beca Erasmus sin saber ni a dónde ni por qué. Salió París, y durante un año paseé e integré en mi corazón la burguesa y barroca ciudad del amor. Ciudades como éstas me han hecho sentir muy mixta, también anónima y libre. Hablar francés es como saborear el azúcar de los fonemas más dulces de todas las lenguas. Es mi idioma favorito.
Sudamérica
En París conocí por primera vez a gente sudamericana y tuve un flechazo con un chico chileno muy cíngaro. Unido esto a la pereza de volver a Sevilla a hacer balances con el código contable, busqué la manera de empalmar París con la beca Iberoamericana. Suerte la mía; la Universidad ofrecía becas de intercambio y en 2011 pude experimentar una etapa más humilde y salvaje en Sudamérica. Pese a que se vivían tiempos de paro estudiantil y revueltas, la Universidad de Santiago de Chile nos recibió a todos los estudiantes con abrazos y sonrisas: estábamos en casa po weón.
Los chilenos y chilenas son gente feliz. Lo flipé con el país, con la música, con sus tradiciones y con sus personajes. Su acento y su gracia reta al duende andaluz: hablar con un chileno o chilena es como un B2B de cómicos en potencia.
Viajar por Chile, Bolivia y Argentina me abrieron un nuevo canal. En mis andanzas por estas tierras la Naturaleza me habló, y uno de los volcanes del desierto me lanzó un mensaje de Amor. Lo observé en silencio, me devolvió la mirada y lloré callada.
El Puerto de Santa María
De las cordilleras y desiertos sagrados, aterricé en las plantas de fabricación y montaje aeronáutico del Puerto de Santa María, donde se producen objetos voladores identificados.
En 2013 comenzó mi primera experiencia en el mundo profesional. El equipo Lean de mejora continua de Airbus del Puerto me acogió con sobre confianza en la hermandad de las modernas agentes de cambio. Ha sido el trabajo más complejo que he realizado, pero hacíamos de la fábrica un Disneyland: un lugar mágico para la mejora y el cambio cultural. Especial agradecimiento a la jefa de las jefas: Vero, la mujer más poderosa y consciente de todo el conglomerado aeronáutico e intergaláctico del Planeta Azul.
Madrid, parte I
En 2016 me mudé a Madrid. Mi misión en Airbus había concluido. Durante algo más de un año trabajé en el IE Business School, una escuela de negocios que diseñaba masters a medida para grandes organizaciones en el ámbito de Executive Education. Participar en estos módulos de MBA con un excelente profesorado y experto en el Business Administration me ha dejado una importante huella estratégica.
En Madrid conocí al Colectivo Ambulante del Amor Libre. Con ellos, esas tapas en Lavapiés, esos paseos y esas noches de locura en la castiza ciudad las recuerdo con una felicidad tan estimulante que suele llevarme a la nostalgia.
Año y medio más tarde me cansé del trabajo y me trasladé a la Andalucía oriental.
Granada
Sudamérica me había marcado enormemente y el Colectivo del Amor Libre me inspiró a vivir la experiencia del cooperante ambulante.
Vivir en Granada como estudiante siempre fue una ensoñación por cumplir. El hechizo de las brujas del Albaicín me encantó por primera vez en 2008, cuando visitaba a María y al ramillete de ingenieros de caminos.
La oportunidad se brindó y en 2017 tuve el placer de realizar un máster idealista y humanitario, orgánico y comprometido, con una mayoría de izquierdas y rastas como compañeras de clase, en la hippie, mágica y mozárabe ciudad de Granada. Fuimos equipo del master Cooperación para el Desarrollo, Políticas Públicas y Gestión de ONGD’s.
Las profesoras y profesores nos expusieron con tremenda pasión «la foto» del panorama geopolítico y económico del mundo. Eso también me supuso un despertar de consciencia.
En Granada veneré la cocina vegetariana gracias a la Kanija, cultivé la sororidad con mis hermanas del máster e hice voluntariados con asociaciones impartiendo talleres para mujeres en riesgo de exclusión social y personas sin hogar. La otra cara de la moneda.
Coloqué esa moneda en un ferrocarril, el tren pasó y se hizo brillante y enorme.
Invito a agarrar ese tren de la oportunidad, pero no creas lo que dicen: el tren siempre pasa más veces.
Perú
Entre becas y prácticas muchos compañeros y compañeras de clase saltamos el Atlántico a realizar proyectos de cooperación en países latinoamericanos. Marta y yo fuimos cooperantes de un proyecto internacional en el Perú, en la institución Coprodeli. Impartimos clases de emprendimiento y eduación financiera para institutos en el desierto de Ica, en Cañete, en Chincha, en Pisco y en el Callao limeño. Real nos sentíamos la «Woman del Callao» de Juan Luis Guerra: mucho hot, mucho tempo y mucho down.
Ser profe de éstos adolescentes nos llegó al corazoncito. Mi compañera y yo los revolucionamos a todos y todas. Quedaron tan felices como nosotras. ¡Éxitos a esos chiquillos y chiquillas!
Madrid, parte II
Mi ciudad favorita me llamaba. De mi vuelta del Perú por octubre de 2018 volví a Madrid. Allí disfruté de viajar sin viajar, currando en la recepción del mejor hostel de Madrid en Lavapiés: 2060 The Newton Hostel. Os adoro equipazo, gracias por ser familia. Durante esos años usaba mi energía para hacer planes sociales: salir con los Hijos del Techno, tomar cañas al sol y hacer reuniones con mis amigas para fumar, reírnos, querernos y disfrutar de la procrastinación.

Chiclana
A finales de 2019 se abrió la etapa más oscura: murió mi padre, vino la pandemia, rompí con mi pareja e implosionó mi grupo de amigas de toda la vida, por una colisión de galaxias que prometía un cambio de ciclo.
Se abrió la era de un duelo multidisciplinar que duró dos años entre cactus y atardeceres en el mar. A menudo duele también en la ciudad.
Empecé a soltar y también a pinchar.
Y una noche, sonaron los graves de un trueno y el relámpago iluminó mi corazón
El misterio de la existencia me obliga a cabalgar con mis talentos, con las cosas que me gustan y con las que se me dan bien, soltando lo que no me vibra, pelando la cebolla, cruzando crisis transformadoras y aprendiendo de personas de las que obtengo revelaciones importantes a través de la ley del reflejo.
¡Qué nuestro tiempo baile con lo que nos hace vibrar!
Creo en una aldea global, despierta, tolerante y responsable, plurilingüe y multicultural. El placer de comunicar desde el corazón, el servicio de enseñar a los demás y los idiomas, están reflejados en mi pasión por viajar, por la intercultura y el aprendizaje.
Los eventos y los clubes están conectadas con mi dimensión social. Muchas de las fiestas que he realizado en distintas casas en Chiclana han creado gran impacto e incluso han dado un giro a la vida de las personas: enamoramientos, rupturas, nuevas pandillas y despertares electrónicos.
Desde que en 2018 descubrí la Música Electrónica de Baile (EDM), he dedicado tiempo, recursos y oídos a rendirle culto a este movimiento artístico. Festivales, shows, clubes, antros, raves, tracks, charlas con Hijos e Hijas de la Electrónica, explorar el mixing, documentales e incontables DJ’s.
Oigo un mundo nuevo
Cuando acabó el verano de 2021 puse en perspectiva la idea de irme a Berlín por amor al Techno, a la libertad, a los idiomas, al progreso profesional y a la diversidad cultural e identitaria. Tuve una clara intuición, pensé que para ser emigrante en un país como Alemania debía estar aún joven y con energía: era el momento. Fue un «ahora o nunca». Cuando tengo miedo de hacer cosas me imagino a mi yo del futuro, a una abuelita que mira al pasado y relativiza todas las preocupaciones de Fau. Esos ojos de sabiduría de la gente mayor me miran a través de la paradoja del tiempo.
En Septiembre de 2021 llego a Berlín y se abre un nuevo capítulo lleno de aventuras, retos, obstáculos y satisfacciones. Aquí estudio alemán, me preparo para ser profe de español y trabajo en un increíble, fantástico y maravilloso Club de Minimal House. Un episodio de pura adrenalina que, como montaña rusa, me lleva de viaje por un cielo de nubes grises a luchar por encontrar mi templo de paz en sincronicidad con mi sueños y dones.
Fau....me ha emocionado mucho el primer capítulo. . !!
Este es mi favorito 🤍